domingo, 3 de marzo de 2019

XX Aniversario






Los Naranjos es uno de esos lugares de La Cruzada que te hacen sentir en otro mundo. Cerca están las ruinas de las casas de los franceses, el camino empedrado por los esclavos, el cementerio histórico, el Altar de Cruz, los búcaros floridos, los cafetales, la inmensidad del cielo contrastando con el verde follaje. Pero lo más especial de Los Naranjos es la música del grupo XX Aniversario.

 

La hermosa comunidad de Los Naranjos queda a 4 kilómetros de Felicidad de Yateras, pero solo se puede llegar a pie o en alguna bestia atravesando por un camino empedrado por esclavos. Foto: Jorg Ricardo

XX Aniversario es un grupo familiar que cultiva la fusión de géneros como el Nengón, el Merengue, el Changüí y el Kiribá. Juan Rojas el tío es el tresero. Luego le siguen los sobrinos de Juan que son hermanos: Francisco, es la guitarra y cantante, Chencho es el tumbita y cantante, Marcelo es el maraquita y cantante, Mario el pailitas y cantante y Oberlandi que es el que toca la marímbula, hijo y sobrino.



Lo más especial de Los Naranjos es la música del grupo XX Aniversario. Foto: Jorg Ricardo


Cuando el conjuntico llevaba un tiempo tocando llegó de Yateras una delegación de gente a celebrar los veinte años del Yate Granma, y como todavía el grupo no tenía nombre, le pusieron XX Aniversario. Desde ese día se ha hecho más famoso por aquellas lomas que el mismísimo desembarco. Y van con su música changüisera de Felicidad hasta Niceto Pérez, de Baracoa hasta en Guantánamo. Y en el Festival Elio Revé hicieron el Son Largo dos veces en un mismo día. Y dicen que en Bernardo empezaron a tocar a las seis de la tarde y al otro día por la mañana no habían terminado de tocar todavía.



Esta es la ultima foto de toda la familia reunida en Los Naranjos. Foto: Jorg Ricardo


Me contaron que este año XX Aniversario no tocó para La Cruzada por primera vez en 29 años, dicen que cuando llegaron al pueblo estaban todos esperando al teatro, pero no se movieron las maracas, ni se sintió la paila. Resulta que hace unos días se había muerto la tía abuela de los músicos, una viejita que vivía a la entrada del pueblo y que siempre saludaba desde su portal. Ella era casi tan famosa como los músicos por aquellas lomas, porque decían que tenía 103 años y nunca se vio a nadie tan viejo por esos lugares. Se murió por un chocolate caliente, se lo tomó y le dio un patatún. Lo más impresionante del asunto es que cuando la examinaron en el hospital de Felicidad de Yateras, descubrieron que tenía realmente 119 años. Entonces todos en el pueblo se pusieron contentos porque había vivido más de lo que nadie imaginaba. ¡Yo misma me alegré con la noticia de su muerte!   



Esta familia también está marcada por el Altar de Cruz que hacía su madre, pues era el más famoso de toda la zona. Foto: Jorg Ricardo


Además de la muerte de su tía abuela, todavía guardaban luto por la muerte de su madre que era la reina del altar, la madrina del Altar de Cruz. Dicen que se la llevaron para otro pueblo con los dos coros del altar y con todas las frutas de la temporada. Entonces, en medio de un cántico sagrado a la madre de los músicos le dio una sirimba y cayó redonda como un pollo santo en medio de la ceremonia.



Cuando salimos de Los Naranjos nos despedimos de la familia felices de haberlos conocido y con la promesa de regresar a bailar changüí!!!! Foto: Vladimir Martínez Fernández


Y por eso este año XX Aniversario no tocó para la gente de La Cruzada. Pero yo tengo en la memoria bien fresca su música tradicional, que viene de los esclavos, de los indios, de los que ya fallecieron, como les gusta decir a ellos. Una música que ya no se oye, porque es pura y va directo desde el corazón guajiro hasta la eternidad de la vida y de la tierra florecida.

Más fotografías en:
https://www.facebook.com/pg/jorgricardofoto/photos/?tab=album&album_id=1552200064882524
Más historias de la Cruzada en otras entrada de Cambio de Rueda

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